El 8 de octubre, IFFO organizó un seminario web InFocus sobre la evaluación del ciclo de vida de los ingredientes de los alimentos acuícolas, en el que se analizaron los últimos datos del GFLI con los ponentes Delanie Kellon, Directora Ejecutiva del Global Feed Lifecycle Assessment Institute (GFLI), y Brett Glencross, director técnico de IFFO. Delanie Kellon comenzó explicando el papel de GFLI, que proporciona una base de datos de la Evaluación del Ciclo de Vida (ECV) de ingredientes de alimentos balanceados para animales en evolución y accesible a nivel mundial, y apoyando una evaluación ambiental creíble, transparente y conforme de los ingredientes de alimentos balanceados para animales. GFLI ha seguido evolucionando con orientación internacional y trabaja con las empresas miembros para impulsar mejoras.
La base de datos GFLI incluye métricas de ECV para más de 1,830 ingredientes de alimentos balanceados con una metodología alineada con el LEAP (Evaluación y Rendimiento Medioambiental de la Ganadería) de la FAO y el PEF (Huella Ambiental de los Productos) Feed de la UE y un sistema límite de la cuna a la puerta de la fábrica de alimentos balanceados. La huella ambiental completa tiene más de 16 categorías de impacto, con conjuntos de datos basados en estadísticas y fuentes de datos secundarias, o datos primarios agregados. Existen tres métodos de asignación y tres formatos diferentes para que los usuarios puedan acceder a los datos de múltiples formas con fórmulas de alimentos balanceados, puntos de referencia o informes de sostenibilidad.

Impulsar la mejora a través de la cadena de valor
Comenzando con la orientación y el cumplimiento global, el LEAP de la FAO proporciona una guía global, mientras que el PEF de la UE ha implementado reglas que “deberán compilarse” y GFLI ha asegurado que se cumplan. Hay planes para seguir alineando la base de datos con otras como Feedpedia, con un trabajo continuo para adaptar los conjuntos de datos básicos a las necesidades específicas, garantizando al mismo tiempo que los datos estén estandarizados y sean comprensibles. Al conectar los datos de GFLI con las normas PEFCR (Reglas de Categoría de Huella Ambiental del Producto) de la UE, GFLI puede ser un catalizador para la mejora, impulsando la innovación en toda la cadena de valor, con una recopilación de datos y un uso de estos más eficientes.
¿A qué datos pueden acceder las empresas?
Las empresas pueden acceder a una base de datos secundarios de alta calidad, a la que se accede mediante la compra de un contrato de licencia. También existe la metodología “Datos de Marca”, que se ha desarrollado para responder a la creciente demanda de datos primarios y al interés de muchas empresas por mostrar su propia huella ambiental.
Crecimiento de los datos
Los datos del GFLI son cada vez más regionales y precisos, con nuevas metodologías y una versión de la base de datos del GFLI compatible con SBTi (Objetivos basados en la ciencia)-FLAG (Bosques, Tierra y Agricultura) para objetivos corporativos de reducción de emisiones. GFLI también participa en el desarrollo de un marco de la OCDE para medir la huella de carbono de los productos agroalimentarios. Con IFFO también se incluye y actualiza datos de ingredientes marinos basados en nuevos valores derivados de datos primarios. También se publicará una herramienta generadora de datos marinos, que automatizará el modelado de datos para PEF (Marine Fish PEFCR) y la creación de datos marinos compatibles con GFLI.
Rol de los datos sectoriales frente a los conjuntos de datos de marca
Los conjuntos de datos sectoriales son muy pertinentes y a menudo están regionalizados. Son de vital importancia para la cadena de suministro, ya que los datos primarios suelen ser difíciles de obtener. Los datos de marca son más difíciles de recopilar, pero tienen claras ventajas para proveedores y usuarios de datos. Los organismos industriales, asociaciones o agrupaciones de empresas se benefician al impulsar la recopilación de datos, completando las lagunas de datos faltantes para garantizar que su sector esté correctamente representado.
Ingredientes marinos: Sólo se puede gestionar lo que se puede medir
Glencross ofreció una visión general del trabajo de IFFO en la recopilación de datos, señalando que “necesitamos avanzar hacia un proceso de evaluación más transparente, ya que esto ayudará a que la acuicultura tenga un mejor progreso al poder evaluar la sostenibilidad del uso de todos los recursos de ingredientes de alimentos balanceados sobre una base equivalente”. Además añadió que “la ECV es la mejor opción que tenemos, ya que nos permite analizar el proceso de producción de una forma más sistemática, alineándonos con los ODS”.

Todo tiene una huella en alguna parte y los ingredientes marinos tienen un buen desempeño en la mayoría de los conjuntos de datos. En las fórmulas de los alimentos balanceados, los datos de la ECV pueden utilizarse para calcular la huella de carbono, a menudo reduciendo los ingredientes agrícolas. Los productores de alimentos balanceados buscan cada vez más datos primarios de los proveedores de ingredientes, ya que los valores pueden variar notablemente. Si nos adentramos en las harinas y los aceites, existe una gama muy amplia de datos que incluye la mayoría de las principales fuentes de ingredientes marinos, pero los datos primarios son limitados. La mayoría de las empresas de alimentos balanceados utilizan ya datos de ECV y tienen objetivos de huella de carbono que cumplir.

Cómo mapear y rastrear impactos: de la cuna a la puerta
Los impactos ambientales no sólo se producen en la unidad de producción, sino que deben rastrearse desde la extracción de materias primas (captura), la transformación, la distribución, el consumo/uso y la eliminación de residuos. Definir el alcance (los límites) de un sistema es fundamental, e IFFO se ha centrado en un análisis de la producción de ingredientes marinos desde la CUNA hasta la PUERTA (cuando deja de ser propiedad de los productores). Glencross señaló que IFFO ha mapeado seis límites y flujos de sistemas diferentes, debido a la variedad de flujos de producción, como el procesamiento directo para el consumo humano y luego el uso de los subproductos restantes, que pueden involucrar transferencias secundarias para su procesamiento. El reto consistía en estandarizar los datos de estos diferentes sistemas a 1 tonelada de pescado para garantizar que los datos fueran utilizables.
Recolección de datos de IFFO
IFFO ha creado una plantilla de Excel de recolección de datos primarios que las empresas pueden utilizar posteriormente y que cubre elementos de datos clave en tres sistemas: procesamiento, transformación, almacenamiento externo y transporte entre ellos. Estos datos se introducen luego en Simapro, el software estándar de ECV que permite mapear y acceder a los datos. Simapro permite a las empresas mapear no sólo la huella de carbono, sino también el uso del suelo, el agotamiento de la capa de ozono, el uso del agua o incluso la ecotoxicidad, lo que contribuye a ampliar el debate sobre diversos ingredientes. Entre las conclusiones interesantes cabe citar que los altos rendimientos de aceite suelen tener una menor huella de carbono, y de los diferentes impactos de los métodos de pesca, los métodos de pesca con redes de cerco son los que tienen una menor huella de carbono.
Hasta el momento, IFFO ha recopilado 53 conjuntos de datos de productos diferentes en toda la industria mundial, que comprenden 13 tipos distintos de harinas y aceites de pescado. Ya se han entregado informes detallando la huella de cada producto a todos los participantes que han facilitado datos. IFFO trabaja actualmente con GFLI para avanzar en la fase de auditoría para actualizar la Base de Datos en 2026. Glencross terminó diciendo que aún queda trabajo por hacer: “¡Siempre necesitamos más datos!”.