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La seguridad alimentaria y la sostenibilidad de los productos son dos caras de la misma medalla

Este artículo fue publicado en International Aquafeed Magazine - Julio de 2020.

 

El día mundial de la inocuidad de los alimentos, cada año en junio, es una excelente oportunidad para enfatizar que la seguridad de los alimentos y la sostenibilidad de los productos son dos lados de la misma medalla y dos pilares del sistema de producción de alimentos. En la década de los 90 y hasta la década de 2010, el impulso para promover el libre comercio abrió nuevos mercados, pero también planteó preocupaciones sobre el bienestar de las personas y el futuro de los recursos naturales. Surgieron directrices voluntarias que incluyeron una variedad de consejos para los compradores de productos del mar sobre lo que deben comprar si desean que se les vea comportarse de manera responsable y comprar productos de origen responsable. Entre estos, encontramos estándares auditados en profundidad, pero también indicadores rápidos y fáciles de usar para los clientes que detallan qué deben tener en cuenta al tomar decisiones de compra. Los estándares no solo están aquí para garantizar un abastecimiento responsable: la trazabilidad completa y la segregación del producto son requisitos clave. Alimento balanceado de calidad significa alimento de calidad, los ingredientes marinos están en el punto de partida de la cadena de valor y lo que contienen se transmite a los humanos.

 

Aprobación por parte de terceros

La diferencia entre los estándares auditados en profundidad y los indicadores rápidos y fáciles de usar es que los estándares publicados pueden ser utilizados por un auditor independiente para llevar a cabo la certificación. Los estándares sólidos operan en alineación con las directrices internacionales, que brindan seguridad a todas las partes interesadas y permiten la coherencia a escala global. El Código de conducta de la FAO para la pesca responsable desempeña un rol integral en el reconocimiento del cumplimiento de los estándares de certificación en las evaluaciones pesqueras.

Este año, el Código de Conducta de la FAO para la pesca responsable celebrará su 25 aniversario. Si bien la producción mundial de pescado y marisco se triplicó entre 1960 y 1990, el Código ha informado el desarrollo de instrumentos, políticas y programas internacionales para apoyar los esfuerzos de gestión responsable. Al hacerlo, ha fomentado el desarrollo de prácticas sostenibles de acuicultura en todo el mundo: “El Código reconoce la importancia nutricional, económica, social, ambiental y cultural de las pesquerías y los intereses de todas las partes interesadas de las industrias pesquera y acuícola. Tiene en cuenta las características biológicas de los recursos y su entorno y los intereses de los consumidores y otros usuarios.”

 

Las directrices internacionales se mantienen relevantes a través del diálogo

El Código de conducta de la FAO para la pesca responsable es aún más relevante, ya que se basa en un diálogo constante con una amplia gama de partes interesadas, incluidas las empresas, que mantienen la relevancia de dichas directrices al mantener a los responsables de la toma de decisiones internacionales actualizados sobre los últimos desarrollos en términos de tecnologías, investigación, innovación y desarrollo. La FAO y la OMS establecieron la Comisión del Codex Alimentarius para desarrollar estándares alimentarios. Las reuniones de la Comisión y sus órganos subsidiarios se celebran en general en público y están abiertas a las delegaciones que representan a los países miembros y organizaciones con estatus de observador oficial.

Los datos son clave y la industria de ingredientes marinos tiene la suerte de contar con décadas de conjuntos de datos relacionados con la seguridad de los ingredientes de los alimentos balanceados, que, en última instancia, también es relevante para los alimentos y la salud del consumidor. Al contribuir con esta base de datos, podemos promover una industria abierta y responsable que sea vital para la industria alimentaria mundial, al tiempo que alentamos a las pesquerías a participar en proyectos de mejora pesquera e invitamos a los gobiernos locales a cumplir con el Código de conducta de la FAO. La seguridad alimentaria es, fundamentalmente, una responsabilidad de los gobiernos nacionales. Crear confianza es clave para garantizar que los consumidores se sientan seguros al comprar productos y entablar un diálogo con otras instituciones puede ayudar a construir esta confianza y mejorar la seguridad alimentaria. Siempre será necesaria la colaboración, ya que los sistemas de producción de alimentos están interconectados en todo el mundo.

Petter Johannessen